El extraño invasor

El extraño invasor

Quiero comenzar contándoles empezó mi historia de amor y tragedia...

Mi nombre es Sarah, tengo 21 años y vivía en la capital de Buenos Aires con mi madre ya que, aunque no sea relevante, mi padre había fallecido. Mi madre se volvió a casar y no me llevo muy bien con mi padrastro, debido a esto decidí vivir sola. Al estar asi me di cuenta que se siente muy vacío el lugar, pero es genial. En la capital siempre me levantaba con el grito de mi madre diciendo que fuera a desayunar, pero ahora las alarmas son su reemplazo. Tengo un trabajo de medio turno, y al mismo tiempo sigo con mis estudios en literatura.

Todos los días tengo la misma rutina: levantarme, cambiarme, estudiar, volver a cambiarme, trabajar, y luego dormir para repetir todo al día siguiente. Aunque hoy no fue así, ya que cuando había vuelto de trabajar de trabajar, desde mi cuarto, escuché repentinamente un vidrio romperse en el piso de abajo. Con cautela fui bajando y agradezco haberlo hecho de esa manera porque al llegar al piso de abajo vi a un hombre tendido en el piso, inconsciente, con sangre. Demasiada sangre. No quise avisar a la policía ya que no me parecía algo tan serio como para meterme en tal lío, así que decidí cuidarlo yo misma hasta que se recuperara y, así, obtener las respuestas.

Ya había pasado una semana y él todavía no abría los ojos. En ese momento pensé «A decir verdad, es muy lindo» y supuse que tendría unos veintitantos, pero no más que yo. Los primeros dos días decidí quedarme con él por precaución, pero después no quise seguir faltando al trabajo. Por otro lado, en la facultad no tenía problemas, ya que mi mejor amigo Max me pasa todo cuando no voy, por lo que me resulta fácil volver a la rutina. Siempre me fue sencillo, desde chica que soy estudiosa, por lo que no me resulta difícil adaptarme.

El viernes por la noche él despertó. No sabía cómo reaccionar, comencé por preguntarle su nombre, si tenía algún tipo de familia con la que pueda contactar y le pedí que me explicara el porqué estaba tan herido. Me dijo que se llamaba James y que tenía 23, que vivía solo, no muy lejos de allí. Cuando volví a preguntar el tema de su familia su rostro se volvió pálido, como si de un fantasma se tratara, así que decidí dejar el tema para después. También me dijo que sus heridas las hizo su hermano porque lo atacaba cada vez que lo veía, pero la última vez fue más lejos e intentó matarlo.

Esa noche lo invité a quedarse para que, en el caso que tuviera algún dolor, no estuviera solo. Él aceptó gustoso, ya que vivía solo y un poco de compañía le agradaba. Los días pasaron y eventualmente él vino a verme, cada día que pasaba hacía que nos volviéramos más cercanos y creo que desde este momento había empezado a sentir cosas por él, digo, hace mucho no siento nada por nadie por miedo a ser lastimada de nuevo, pero confío en él.

Meses después declaré mis sentimientos,y me sorprendí al saber que fui correspondida. Ese día empezamos a ser más que solo amigos y, aunque todo fuera bien con James, me sentía un poco mal por dejar tan solo a Max. Hace mucho que no salíamos a tomar un café juntos para hablar de lo agotador que era la facultad, por eso decidí que ese dia lo invitaría a comer a casa y de paso le presentaría a James.

Por la noche escuché el timbre, supuse que era él, ya que para ese tiempo James y yo vivíamos juntos y no era necesario llamarlo para que venga. Invité a Max a pasar ya que se quedó mirando mi entrada como si fuera una obra de arte, solo era una simple entrada no entendía por qué tanto asombro. Cuando volví a la cocina llamé a James para que bajase porque la comida estaba lista y en ese momento me arrepentí de haberlo invitado. Cuando cruzaron miradas James palideció y yo no entendía por qué, entonces pregunté si ya se conocía y ambos al mismo tiempo dijeron: "Es mi hermano". Ahí supe que esta cena había sido un error.

Max tenía la culpa de que James le tuviera miedo a su familia y entonces, como idiota que soy, decidí seguir como si nada hubiera pasado. La cena fue tranquila ambos sabían que me enojaria si algo salía mal, entonces los dos prefirieron quedarse callados y no decir nada al respecto del tema. Al terminar la cena le recordé a Max que lo apreciaba mucho como amigo pero le pedí por favor que dejara a James tranquilo, él se enfureció y salió de la casa azotando la puerta.

Al mes siguiente me enteré que estaba embarazada. Quise sorprender a James con una linda cena para decirle la nueva noticia, pero esa noche no terminó como quería, al llegar a casa me encontré a mi novio en el piso mientras su hermano lo golpeaba, intente detenerlo pero me fue prácticamente imposible. Max me empujó con tal fuerza que caí al piso y en ese momento pensé seriamente en el bebé porque por lo que sabía tenía 1 mes y  no quería perderlo, este bebé, después de James era lo más importante para mí.

Antes de incorporarme totalmente vi cómo Max sostenía un arma para acabar lo que había comenzado con su hermano, aunque no iba a dejar que le hiciera daño. Entonces antes de que jalara el gatillo salté delante de James haciendo que la bala me diera en el estomago, en ese momento comencé a llorar fue lo único que pude hacer.

No recuerdo cómo pero ayer desperté en el hospital, por lo primero que me preocupé fue por el bebé luego por James, como pude me levanté de la camilla y fui a buscar a alguna enfermera o algún doctor, pregunté por mi bebé y me dijeron que por milagro no le había ocurrido nada y que la persona que me trajo estaba en la sala de espera. Corrí a buscar a James, pero cuando llegué lo vi llorando, le pregunté el por qué y me dijo que Max después de ver lo que me hizo decidió suicidarse frente a él.

Él se enteró de mi embarazo entonces recuperó su sonrisa que tanto amo. Los meses pasaron y aquí estoy con mi pequeña Violeta en brazos y con la persona que amo frente a mí. Por fin podía ser completamente feliz, pude terminar mi carrera en literatura, tengo un trabajo estable, una hija hermosa y ahora un hermoso prometido. No les voy a mentir, extraño a Max y nunca lo olvidaré.

James heredó la compañía de su padre, decidimos mudarnos a una casa más linda, cerca del centro, ya que no me gustaba mucho estar en una casa en la que sucedieron tantos acontecimientos horribles y así también poder tener más espacio para mi pequeña Violeta.

Y aquí me encuentro, relatando mi historia de cuando era joven, ya no me queda mucho tiempo, pero se que por lo menos mi vida fue hermosa. Sé que tuve altos y bajos pero al fin y al cabo fue hermoso compartir mi vida con la persona que más amo y que nunca pensé en conocer de esta manera.